El briefing es el documento que recoge toda la información necesaria para poder llevar a cabo una acción requerida por un cliente. Se trata, por tanto, de un documento estratégico que servirá como hoja de ruta y que, si bien no tiene un formato estándar predefinido- pues cada agencia suele tener su propio modelo- sí debe recoger una serie de elementos imprescindibles:
- El contexto: ¿por qué queremos lanzar nuestra campaña? ¿cuándo vamos a hacerlo? ¿se debe a una estrategia interna de la empresa, o a circunstancias externas como, por ejemplo, un cambio en la legislación?
- Objetivos claros, medibles, acotables en el tiempo, asociados a las variables del incremento del conocimiento de marca (branding) y al retorno de la inversión.
- Target: ¿a quién nos dirigimos? ¿cómo se comporta este perfil o buyer persona? ¿cuáles son sus hábitos? Cuanto más segmentemos, más fácil será implementar las acciones que nos permitan alcanzar nuestros objetivos.
- Cómo vamos a ejecutar el briefing: listado de acciones concretas, calendarizadas y con previsión de gastos generados.
- Presupuesto.
- ¿Cómo sabré si mi plan ha funcionado? El briefing debe contemplar las KPIS o indicadores que se medirán para analizar si hemos alcanzado los objetivos planteados.
El briefing es un documento que no tiene una longitud preestablecida. Dependerá del tipo de campaña y cliente, teniendo en cuenta que cuanto más volumen tengan estas dos variables, más detallado y profundo deberá ser el briefing.
Un buen briefing permite a la agencia y también al cliente comenzar una campaña con la gran mayoría de dudas resueltas, y también tiene otras ventajas:
- Se trata de un método de trabajo que permite poner en orden toda la información.
- Ayuda a gestionar las expectativas de la agencia y del cliente.
- Encauza las acciones a la consecución de objetivos.
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